sábado, 30 de diciembre de 2006

Saha, el punta del United

Louis Saha tiene todas las referencias del tipo de jugador que sabe aprovechar sus ocasiones. Empezó en su país, en el Metz francés. En poco tiempo los responsables del Fulham londinense se lo llevaron a sus filas y comprobaron que habían hecho un buen negocio. Y es que dejó huella en el público de Craven Cottage, que le cogió un cariño especial. Fue en este equipo donde se formó de verdad como jugador. En enero de 2004 el Manchester United puso un cheque de por medio y convirtió el cariño antes mencionado por una mezcla de rencor y melancolía.
Pronto el jugador comprendió cuál iba a ser su sitio de momento, el banquillo. Un tal Ruud Van Nistelrooy era el sinónimo del gol en los reds devils y no dejaba sitio a un delantero que venía de un equipo tan modesto y sin hacer mucho ruido. Pero el francés no tiró la toalla. El año pasado acabó la temporada como titular, cambiando el puesto al holandés que, entre el mal momento que atravesaba y los roces con Ferguson se olvidó de marcar y cogió el puesto de su compañero en el banquillo.
Este final de temporada le otorgó un billete para el mundial de Alemania. Domenech lo prefería por delante de otro gran delantero, David Trezeguet. Pese a esto no tuvo un papel destacado.
Cómo cambian de rápido las cosas en el fútbol. Hoy día Louis Saha es el delantero titular del United, sin ningún atisbo de duda. Pichichi de su equipo, compartido con el magistral Rooney, es la referencia del equipo en ataque. Sin tener una técnica depurada ni mucho menos, sí ofrece velocidad, fuerza, juego aéreo… y una zurda que da miedo. Este delantero está en racha y tiene mucha culpa del buen momento que atraviesa su equipo, líder de la Premier por delante del todopoderoso Chelsea y clasificado para los octavos de la Champions. También es justo destacar el mérito que tienen los que juegan por detrás de él. Ronaldo, Rooney, Giggs… se encargan de servirle balones perfectos que no desaprovecha.
Supo esperar su oportunidad. Provocó, en parte, la salida de un hombre que había sido el alma del Manchester United y le quitó el puesto y la responsabilidad que eso contrae. Un ejemplo de buen jugador.

En Bremen reina la alegría

En la Europa actual, sólo hay tres equipos que jueguen al fútbol de la manera que más gusta a los aficionados: El Barcelona, el Olimpique de Lyon y el Werder Bremen. Y es que en Alemania disfrutan con este equipo. Una liga en la que, por tradición, siempre ha reinado el pulso físico y el choque de trenes, ha encontrado la alegría futbolística en el equipo de Thomas Schaaf. A las estadísticas me remito.
Los aficionados que acuden todos los domingos al Weserstadion lo hacen convencidos de que van a ver goles, emoción y espectáculo. Pero además obtienen muy buenos resultados. Consiguen la combinación deseada por todos, espectáculo y victorias. Porque actualmente está líder de la Bundesliga, y porque tiene plantilla para luchar hasta el final por el título de campeón. Sustentados por una defensa correcta como Naldo y Mertesacker, de medio campo en adelante los jugadores tienen la misión de atacar, sea cual sea el resultado, ante cualquier equipo y en el campo que toque. No hay excusas para no mirar hacia arriba. Prueba de ello es la diferencia de goles a favor entre los de Bremen y el segundo clasficicado, el Shalke 04.
En el ataque alemán hay dos nombres que sobresalen del resto. El brasileño Diego, compañero de robinho en el Santos, llegó al Oporto con muchas expectativas, pero no consiguió de explotar todas sus cualidades. Sin embargo, en el conjunto alemán, gracias a su filosofía de juego, está enseñando la calidad que lleva dentro. Toque de balón exquisito, dinámica, visión de juego… son algunas virtudes que destacan de este jugador con una gran futuro por delante. Los pases del mediapunta los aprovecha un delantero puro, Miroslav Klose. Sin ser corpulento consigue anticiparse a los espigados centrales alemanes, aprovechando así su estupendo remate. Mejor jugador alemán en el pasado mundial, parece que abandonará el equipo en junio. Algo que puede afectar al equipo
Junto a estas estrellas, gente como Frings, Hunt o Borowski completan un grupo de jugadores que, pese a haber sido eliminados del grupo más difícil de la Champions, tienen todas las esperanzas de llegar a lo más alto del campeonato alemán.

Buenos ojos en Udine

Todos los equipos del mundo tienen como primer objetivo ganar dinero. En cuanto a lo deportivo, hay dos formas. La primera, la del Real Madrid, es comprar caro, jugadores consagrados, ganar títulos (o intentarlo) con éstos y hacer mucho y buen marketing. La otra, es tener menos presupuesto, poco marketing, pero comprar barato y vender caro. Este es el modelo del Udinese italiano. Este equipo ha conseguido formar un modelo de ojeadores a imitar por el resto de clubes internacionales.
Tiene consejeros y asesores por todo el mundo y maneja con precisión y detalle muchas ligas mundiales. Además de saber cazar futuros talentos, también impulsa a jugadores estancados. Actualmente, la mayor parte de jugadores de su once titular son pretendidos por clubes extranjeros y nacionales.
Un ejemplo claro del acierto en los fichajes es David Di Michele. Este delantero era el jugador más valioso del modesto Reggina, en la primera división del Calcio. El Udinese apostó por él, y en dos temporadas entraron en Liga de Campeones por primera vez en su historia. Ahora formar parte del Palermo que aspira al título de liga.
Gente como Di Natale, Iaquinta, Zapata, Felipe, Muntari…. Jugadores desconocidos antes y deseados ahora. Que en el pasado costaron poco y ahora valen demasiado. En una media de dos a tres años se revalorizan lo suficiente como para asegurar el buen mantenimiento de los presupuestos del club.
Este es el modelo que deberían tener los equipos de fútbol, en mi opinión, porque es el puramente futbolístico. Aunque también es el más difícil, porque al igual que te salen apuestas buenas, también existen las malas. Pese a todo, el Udinese mantendrá su política de fichar bien y conseguir montar un bloque cada año vendiendo a sus mejores jugadores. Un claro ejemplo de gente que sabe lo que hace y que no hace lo que sabe.

Reyes Magos, echen a Luis

Acaba el 2006. El Barcelona campeón de Europa, el Sevilla campeón de la UEFA. ¿Y la Selección? Sin romper la norma, fracaso. Llegados a este punto, lo mejor que se le puede pedir a Melchor y compañía es que echen a Luis Aragonés. Aunque visto que ni con el rechazo de la mayoría de los españoles se consigue, no sé si los del portal de Belén podrán hacer algo. Pero bueno, pedir es gratis.
Nos clasificamos al mundial con una repesca frente a la correosa pero bastante asequible Eslovaquia. Prueba superada. Los medios de comunicación metían en la cabeza de los aficionados el mensaje de que sí, este era el año de España. Lo conseguiremos. Un remate de Vieira nos dijo que no, que a casa. Luis Aragonés, nuestro gran seleccionador, dijo que si no hacíamos un buen mundial dimitía, luego pensó que mejor no. Vaya mareo.
Al final, el debate se cerró con la continuidad del míster y la desaprobación de la afición y los medios. Se pierde con Irlanda del Norte, la máxima potencia futbolística, con todos mis respetos, y con Suecia. El pase a la Eurocopa del 2008 parece bastante complicado, esta vez no hay repesca. Y Luis sigue. Algo debe de tener para conseguir que nadie le eche de su silla. Creo que es un tal Ángel María Villar, encargado de la Federación Española de fútbol y que, por lo visto, tampoco se plantea el dejar su puesto. Viva España, sí señor. Vienen los amistosos, se gana frente a una Argentina que juega con el segundo equipo y se pierde con Rumanía, en casa. ¿Y Luis? Sigue. “Hay equipo”, dice. Tiene toda la razón, lo que no hay es seleccionador.
En estas fechas tan señaladas y felices, en las que se hace balance del año que dejamos y de los deseos para el que está por venir, pido que echen al encargado de mi Selección. Por lo mal que lo ha hecho en el año que se va, y por lo que preveo para el que entra.

Raúl, ¿Hasta cuándo?

Desde que tengo uso de razón me pregunto a mí mismo y planteo a los que me rodean cómo un jugador puede conseguir tanto con tan poco. Y es que lo de Raúl González Blanco es una auténtica hazaña. Ha conseguido jugar en el Real Madrid durante tantos años sin aportar nada más que publicidad, representación y, eso sí, lucha. Los que le defienden sólo consiguen argumentar su titularidad por tres vías: la entrega, el alma y la capitanía. “Raúl lucha mucho, no da un balón por perdido”, “Es el alma del equipo”, “Es nuestro capitán, la bandera del madridismo”.
Todo eso está muy bien y es totalmente correcto, no le quito ninguno de los tres méritos, pero, ¿y qué? No tiene regate, ni velocidad, ni fuerza… Su única virtud es la de correr y luchar, lo que puede hacer cualquiera con dos piernas, y si cobra lo que él, aún más. Sólo es una barquita en un mar de grandes buques, que tienen que tirar de ella para que no se que trás.
Antes se podía aguantar su presencia, porque gente como Zidane ponía la magia y la creatividad que hace falta en ataque. Pero ya empieza a ser preocupante, porque su presencia en el campo significa la ausencia de gente con mucha más proyección, calidad y virtudes que el “Gran Capitán”. Robinho, Reyes… Se deben preguntar todos los días qué harán mal para no tener más minutos que un hombre que sólo lucha y empuja el balón desde la línea de gol. Yo también me lo planteo. Cómo en un equipo tan importante, en el que todo se sabe y todo se critica, se puede seguir sacando a un jugador que ya no es ni convocado por la Selección.
Este es el claro ejemplo de jugador totalmente sobrevalorado, durante toda su carrera. La pena es que otros con más cualidades no tengan las oportunidades que merecen. Porque es malo para ellos y para su equipo. Esperemos que el jefe de puerto expulse a la barquita, así el resto de naves irá con buen rumbo.

Parma, el sol y la sombra

El Parma es el claro ejemplo de lo tambaleante que es el fútbol. Lo único seguro que hay en este deporte es que nunca desaparecerá. Sin embargo, todos los que lo practican no pueden decir lo mismo. Este equipo ha visto lo que es la cima y el valle. El juego en Europa y la lucha por no descender en Italia. Un contraste demasiado fuerte.
Hace no mucho tiempo, este equipo tenía a jugadores de primer nivel internacional. Desde la etapa de Asprilla y Zola, con los que consiguen una Recopa, una Supercopa de Europa y una UEFA, hasta la de los Buffon, Chiesa, Cannavaro, Thuram, Verón y Crespo. Estas estrellas lo llevaron muy lejos. Consiguen el doblete de UEFA y copa de Italia. Era la gloria del Parma.
Pero, lo que son las cosas, ahora esos recuerdos no le ayudan a luchar para mantenerse en la Serie A. Esa buena etapa está en las cabezas del público presente en el Ennio Tardini cada domingo, pero no calma la angustia de la derrota. Sólo impulsa aún más hacia la resignación.
Poco a poco, empezaron a irse grandes jugadores y a llegar otros que no lo eran tanto. El brasileño Adriano, ahora en el Inter, y el milanista Alberto Gilardino son los últimos cracks que abandonaron la ciudad del norte de Italia.
Actualmente, el club se encuentra en puestos de descenso con sólo diez puntos en dieciséis jornadas. Pero, lo que es peor, no ofrece un mínimo recurso para intentar llegar a ser lo que fue, uno de los más importantes de Italia. En su plantilla sólo hay jugadores de medio pelo, entre los que se salvan el irregular Morfeo y Gasbarroni, pieza clave esta temporada.
Viendo la historia de este equipo das por bueno el dicho de “lo difícil no es llegar, sino mantenerse”.

Lyon, tu buen fútbol aburre

Jornada número dieciocho en el campeonato francés. El Olimpique de Lyon es primero a 20 puntos del segundo, el Lille. Si tuviesen un mínimo de soberbia y arrogancia podrían celebrar el título ya mismo si quisieran.
Y es que este Lyon de Gerard Houllier juega tan bien y está tan compenetrado en todos los aspectos que llega a aburrir. El fútbol perfecto y arrollador que lleva en Francia hace que se le quite cualquier emoción al campeonato. Si bien sus rivales no son nada del otro mundo, este equipo es una de las primeras potencias futbolísticas del fútbol europeo actual.
Los franceses aman el buen fútbol. Los jugadores, el entrenador y por supuesto la afición. Su juego está basado en una característica muy importante hoy en día, la velocidad. Apoyados por una defensa segura con Cris y Squilachi como centrales, de medio campo para arriba es todo imaginación, dinámica, rapidez y consistencia. Juninho Pernambucano es la veleta del equipo, sobre él se construye todo, tanto la defensa como el ataque, además de la efectividad que aporta a balón parado. Alrededor de él se sustenta el resto de las piezas, cada una importante en su puesto. Tiago, Malouda, Govou, Wiltord… Rápidos y dinámicos, lo que quiere el míster. Arriba la referencia es Fred. Aunque el brasileño puede ser suplantado perfectamente por Carew, como bien sabe Cannavaro.
Además sabe comprar barato y vender caro. La clave para tener una economía saneada en cuanto a fichajes se refiere. Se desprendió de dos grandes figuras de sus últimos años, como Essien y Diarra, y ahí sigue. Sin duda este equipo es la prueba de que haciendo las cosas bien y teniendo claro cómo se quiere jugar y quién sabe hacerlo, se puede llegar lejos.

El “5” es para Gago

Argentina está contenta. Después de mucho tiempo ha vuelto a sacar un verdadero medio centro, a la antigua. Campeón del mundial sub20 con compañeros como Messi o Agüero, Gago tiene todas las cualidades para triunfar en esto del fútbol.
Gran técnica, visión de juego, buen toque de balón, personalidad… Son las principales características de este jugador que espera su oportunidad para la selección absoluta. Con 20 años. Los grandes clubes europeos ya van tras él. Se habla de un acuerdo con el Real Madrid.
Como defectos reseñables destacar su falta de presencia física, importante por el puesto que ocupa en el campo, y escasez de goles. Tan sólo ha conseguido uno. Pero no juega para eso. Gago distribuye, apoya a sus compañeros, le da salida y criterio al juego de Boca Juniors, con el que ha conseguido ya 2 títulos de liga y está muy cerca del tercero consecutivo, récord en la historia del club xeneize. Y es que este chico es la última joya de la cantera del equipo de Maradona junto a su compañero Rodrigo Palacio, otro joven con mucha proyección.
Pero lo que más destaca en este jugador es su dinámica. Se mueve constantemente, siempre ayuda al jugador que lleva el balón. Sus compañeros le buscan a él porque siempre está para ayudar y repartir el juego a su antojo. Además sabe llegar al área sin ningún tipo de complejo, mete exquisitos pases en profundidad e incluso asiste a sus compañeros para anotar. Una verdadera perla este jugador nacido en Ciudadela, Buenos Aires.
Algunos le comparan con Fernando Redondo. Puede tener algunas similitudes por la posición y la forma de jugar, pero el estilo de redondo no lo consigue tener el joven Gago. Parece muy precipitado hacer dicha comparación. Sin embargo sí cumplen las mismas funciones dentro del campo, y a los dos se les podría reprochar su importante falta de gol.
Siempre está la incógnita de los jugadores argentinos cuando emigran a Europa, si se adaptarán al fútbol europeo, especialmente Gago que, como ya he apuntado, le falta presencia física, una característica muy importante en el viejo continente. Pero su talento y su fuerte personalidad dentro del campo pueden hacer de él un futbolista importante tanto para el Real Madrid como para la albiceleste, con la que no tardará mucho en acudir, menos aún con la presencia de Alfio Basile como seleccionador, que le conoce de su anterior etapa en Boca.

viernes, 29 de diciembre de 2006

El “Pincha”, en el corazón

En Argentina han podido comprobar una vez más eso que todo el mundo piensa y muchos dicen: “en el fútbol nunca se sabe”. Boca Juniors tuvo dos partidos para haberse llevado el título, pero perdió frente a Belgrano y Lanús. Por su parte, Estudiantes de la Plata confió siempre en sus posibilidades, ganó sus partidos, y provocó el partido de desempate. Algo muy complicado hace dos semanas.
Argentina era una fiesta. El estadio de Vélez Sarsfield estaba abarrotado. El partido empezó como era de esperar, con dos equipos nerviosos, tensos, yendo siempre al límite en cada jugada y completos físicamente. Sin embargo, el equipo de Simeone notó más la presión que los boquenses y a los cinco minutos Martín Palermo les recordó quién era el equipo grande haciendo el primer gol de la tarde argentina y de la noche española.
El tanto no cambió nada, seguía la lucha en el medio campo y la fiesta en las gradas. Los cánticos argentinos son inconfundibles en cualquier lugar del mundo. Pero faltaba algo para que fuese una final, la polémica. El árbitro Sergio Pezzota, a instancias de su asistente, expulsó a Ledesma y Álvarez, dejando a los dos equipos con uno menos para el resto del partido.
El fútbol es un juego de instantes. A partir de aquí cambió el devenir del partido. Boca Juniors después del descanso comenzó a notar más el desgaste físico que su rival, más echado para adelante que en la primera mitad. “Los leones” comenzaron a tener la pelota y, guiados por un magistral Verón, de los mejores en el campo, comenzaron a presionar a un Boca que regaló el ataque a la velocidad de Palacio. A los 19 minutos, el “Cata” Díaz hace una falta en la esquina derecha del área de Boca, Lavolpe maldice y se enfurece. José Sosa golpea, marca y envía un mensaje a la grada que dice: “en el fútbol nunca se sabe”. Era otra final. Estaban igual que al principio pero con un punto muy importante a favor de los de La Plata, Boca estaba muy mermado física y psicológicamente. Da igual quién era el equipo grande, el vigente campeón. Estaban veinte jugadores luchando por un título con un balón de por medio. Nada más contaba.
Boca intentó algo que desde el minuto 5 había olvidado que existía, marcar un gol. De nuevo Palermo estuvo a punto de conseguirlo con un disparo desde lejos que rechazó contundentemente Andújar.
Pero la realidad era otra. Estudiantes buscaba el gol, conocedor de la indefensa de su contrincante. En el 38 Pavone se aprovechó de la inexperiencia de Cahais y de la mala salida de Bobadilla para hacer el segundo tanto de Estudiantes y llevar el delirio a la mitad de la grada. Imaginarse la cara de Maradona en ese momento era algo imposible de conseguir.
Los xeneizes achucharon, pero Estudiantes de la Plata aguantó y se proclamó campeón del Torneo Apertura 23 años después. El “Pincha“ lo hizo donde se concentran las emociones, en el corazón, provocando la profunda tristeza en el interior de éstos y en todos los apasionados al fútbol argentino, porque se acabó el campeonato. Sin duda el próximo torneo nos deparará emociones del mismo calibre que éste.
¿Quién ganará? Nunca se sabe.

Sobre la magia del fútbol

Desde hace mucho tiempo comprendí que el fútbol no es sólo eso. El fútbol es más. Es más que un deporte, más que un partido, que una jugada, que un gol. El fútbol es magia. Todo lo que rodea a este mundo tiene algo especial, un futbolista, una jugada, un gesto. El niño enfermo que recuerda lo que era sonreír cuando su jugador preferido va a verle al hospital consigue tener un momento mágico. Eso es el fútbol.
Fútbol es sentimiento. Gracias a él podemos reír, gritar, emocionarnos, llorar. Consigue que en un solo instante, en un segundo, nuestro estado de ánimo cambie drásticamente. El jugador que falla un penalti en el minuto 90 consigue que millones de aficionados rían, mientras que otros lloren. Pero todos sienten. Todos los que han visto a ese hombre fallar ese tiro aman este deporte. Lo llevan dentro.
El fútbol es un regalo. Es algo que siempre nos pueden dar, que siempre se agradece. Gracias a él podemos retrasar una cita, mentir a la novia. Nos influye en nuestra vida. La incertidumbre antes del partido, la polémica de la jugada, el error del árbitro, el enfado del entrenador, la traición del que se va al equipo rival.
El fútbol no entiende de fronteras, ni razas, ni idiomas. Es la unión de millones de personas bajo un escudo, un país, un jugador. Fútbol hay en Moscú y en Zambia, en México y en Filipinas. Gracias a él conoces gente, discutes, ríes, opinas. Llena los bares de gente diversa, que lo único que tiene en común es el amor por la magia del fútbol.
Fútbol es esperanza. Millones de personas deseando que su capitán levante una copa. No van a ganar dinero, ni les va a solucionar su vida, pero desean con todas sus fuerzas que un hombre al que no conocerán jamás levante una copa y diga que es campeón de Europa, del mundo. Fútbol es la multitud en las vallas de La Bombonera y en las butacas de Old Trafford.
El calor de los gritos en el vestuario, los cánticos de la afición, los flashes de la prensa, el césped mojado, el sonido del balón contra el larguero, la locura del portero, la elegancia del delantero y la sutileza del defensa. Fútbol es la cara de Ronaldinho y la cruz de Gattuso.
Fútbol es como un hijo de dos años, se le perdona todo. El dinero de los jugadores, la corrupción del presidente, el doping de los campeones. Todo eso no importa, lo quieres. No puedes separarte de él. Tienes que verlo, que sentirlo. Es la libertad. La excusa para no discutir ni preocuparte. Fútbol es la coartada perfecta para ser feliz.
Sin fútbol sólo puedes hacer dos cosas, irte a la playa y celebrar la navidad. El resto de los días lo pasas junto a él. Varios lo ignoran, muchos lo siguen. Todos lo tienen.
Fútbol es el primero. Ningún deporte conseguirá llegar hasta él. Siempre estará arriba, donde todo el mundo lo vea y lo escuche. Los ricos y los pobres, los hombres y las mujeres.
Fútbol es conseguir que una misma jugada sea totalmente diferente para dos personas iguales. Hace que muchos digan que el balón ha entrado y que otros no. Es la misma jugada, el mismo momento, el mismo lugar. Y sólo hay una única verdad, ¿por qué no concuerda? Por la magia del fútbol.

miércoles, 27 de diciembre de 2006

Ambición Romanista


De Cassano a Spalletti
Antonio Cassano es puro talento en el campo. Pero no sólo cuenta eso en un campo de fútbol. Antes sí. Pero hoy en día el fútbol ha evolucionado de una manera que provoca que Talentino tenga que acoplarse al fútbol y no al contrario.Su marcha de la Roma fue lo mejor que le pudo pasar al equipo. Curiosamente, a partir de ahí el equipo romanista encadenó once victorias consecutivas, récord absoluto en la Serie A italiana. Una marca histórica. El equipo estaba unido, salían después de los partidos, hacían corros en el campo, eran un auténtico bloque de fútbol y de amigos. Eso se nota en el campo. Mancini empezó a ayudar en defensa, el equipo estaba más junto, se escuchaban ánimos después de cada jugada... Y el míster.Luciano Spalleti llegó a principios de la temporada pasada y se encontró un auténtico infierno de equipo, sin exagerar lo más mínimo. Luchando por no descender 2 jornadas antes del final, habiendo pasado por 4entrenadores distintos, con Cassano enfrentado con todo el vestuario y particularmente con Totti y sin poder fichar por la sanción de la FIFA en el caso Mexes. Nada más podía tener en su contra. Pero levantó al equipo, unió al vestuario y acabó quinto por detrás de la Fiorentina de Luca Toni. Una auténtica hazaña. Dicho esto, no es de extrañar que se esté negociando su renovación, incluso se habla de darle el cargo de director deportivo, al estilo de Ferguson en el Manchester United.

El esquema atrevido
Spalleti ha acoplado un esquema muy parecido a su Udinese de hace dos años, que entró en Liga de Campeones por primera vez en su historia. Con bandas abiertas, el chileno Pizarro llevando los tiempos del partido, y continuo movimiento de los atacantes. Es un equipo totalmente dinámico. Chivu y Mexes en la defensa le da una seguridad al equipo que aumenta con De Rossi de "5" puro por delante de la defensa. Además, Perrota ocupa una posición clave. Es un auténtico todocampista. Trabaja en el medio del campo y aporta sorpresa desde segunda línea al ataque, ayudado por su excelente disparo. Con el talento de Totti, la experiencia de Panucci, y la explosión de jóvenes talentos como Aquilani, Okaka o Vucinic, esta Roma es ambiciosa. Quiere volver a ser gande. A recordar los tiempos del tercer scudetto con los Batistuta, Delvechio y compañía.

Los fichajes
Después de la mencionada sanción por el caso Mexes, el equipo era consciente de que tenía que actúar en el mercado si quería mantener al equipo arriba. Spalleti, consciente de la situación económica del club, pidió un único hombre, sobre el que armaría el equipo para esta temporada, David Pizarro. Procedente del Inter de Milán, el chileno es pura calidad. Tiene buen desplazamiento de balón tanto en corto como en largo, es rápido, tiene buen disparo y sabe leer los partidos. Su cruz es la falta de presencia física, que oculta con el balón entre los pies. Mirko Vucinic es el otro gran fichaje. Llegó acarreando una lesión que le dejó fuera del mundial con la selección serbia. Auténtico goleador la anterior temporada en el Lecce, Vucinic lleva el gol en la sangre. Lo busca con su calidad y su gran velocidad. Sin ser considerado un nueve puro, se adapta bien tanto a esa posición como a cualquiera de las dos bandas, arrancando en diagonal con su tremenda explosividad. Spalleti empieza a darle minutos y puede ser pieza clave dentro del equipo. Además, sólo tiene 22 años.Para las bandas se ficharon a dos laterales que, si bien no tienen mucho nombre, completan la plantilla eficazmente. Max Tonetto, lateral izquierdo proveniente de la Sampdoria, se ha hecho con un puesto de titular tras la marcha de Cufré, mientras que Marco Casetti es el encargado de disimular las ausencias que provocan la edad en el veterano Panucci, además de poder actuar también como mediocampista. Además de esto, sólo queda sumarle la gran afición de la capital italiana. Los tifosi Giallorossi son otro gran impulso para esta Roma ambiciosa que este año no desprecia cualquier objetivo y que, actuando con coherencia en el mercado de invierno (lateral izquiero y jugador de banda) tiene opciones de llegar muy lejos.